¿QUÉ ES LA SOCIEDAD FABIANA ESPAÑOLA?

Hace unos días nos reunimos en Granada un grupo de hombres y mujeres

–la mayoría profesores universitarios- para crear una organización de la sociedad civil destinada a fomentar la reflexión teórica, el debate de las ideas y la pedagogía social en el ámbito del socialismo democrático. Con sede en Granada, pero con vocación nacional, la asociación que nació en esa asamblea ha adoptado el nombre de Sociedad Fabiana Española.

La Sociedad Fabiana es una asociación que hunde sus raíces en el socialismo humanista, cuyo principal exponente en España fue, sin duda, Don Fernando de los Ríos. Pueden formar parte de ella aquellas personas que acepten los principios del socialismo democrático y consideren que la necesaria transformación de la sociedad actual en otra más justa se conseguirá a través de un proceso continuado de reformas, hasta llegar al ideal de una sociedad sin clases ni discriminaciones por razón de género, origen o raza, y en la que la distribución justa de la riqueza, el reconocimiento y el poder garanticen una verdadera igualdad. Asumiendo, como ya advirtió Don Fernando de los Ríos, que el socialismo es un ideal “al que debemos tender” sin pausa, sabiendo que nunca lo lograremos en su plenitud. En definitiva, la Sociedad Fabiana Española es un movimiento intelectual basado en el humanismo socialista y, por consiguiente, defensor de la justicia social y de la dignidad de la persona.

El grupo promotor de la Sociedad Fabiana Española está compuesto por profesores universitarios (entre ellos tres exrectores y más de dieciocho de catedráticos y profesores titulares de la UGR), médicos, funcionarios y profesionales liberales, que forman un conjunto intelectualmente muy potente. Algunos son miembros del PSOE, otros sindicalistas de UGT y bastantes personas no afiliadas a ninguna organización pues la Sociedad Fabiana pretende ser una organización abierta a quienes acepten las bases del socialismo democrático, aunque, lógicamente, mantendrá lazos fraternales con aquellas organizaciones que históricamente han formado parte de la “familia” socialista.

Quizás a algunos lectores les llame la atención el nombre de FABIANA. Trataré de explicarlo. La primitiva Sociedad Fabiana nació en Inglaterra a finales del siglo XIX, en torno a un grupo de jóvenes intelectuales de Oxford y Cambridge que pretendían avanzar hacia el socialismo mediante reformas parciales y no mediante una revolución. Estos jóvenes empezaron a ser llamados fabianos, es decir, imitadores de las tácticas del general romano Quinto Fabio Máximo “Cuntactor” durante la segunda Guerra Púnica, basadas en el desgaste del enemigo evitando hacerle frente directamente en el campo de batalla El apelativo hizo fortuna y la agrupación adoptó el nombre de Sociedad Fabiana. Más tarde, en 1906, la Sociedad Fabiana fue una de las organizaciones que intervino en la fundación del Partido Laborista, del que aún hoy forma parte.

A la Sociedad Fabiana han pertenecido, entre otros, los famosos escritores George Bernard Shaw, H. G. Wells y Virginia Woolf; el filósofo Bertrand Russell; los fundadores de la London School of Economics, Sidney y Beatrice Webb; un elevado número de diputados y varios ministros y primeros ministros británicos. Muchas han sido las aportaciones de la Sociedad Fabiana a la política británica, entre otras, es muy destacable que en sus reflexiones se encuentra el origen del Estado de Bienestar, puesto en marcha tras la II Guerra Mundial por un fabiano, el primer ministro Clement Attlee.

Influidos, sin duda, por el ejemplo de los fabianos ingleses en 1907 los jóvenes intelectuales que se reunían en el Ateneo de Madrid decidieron crear una asociación semejante. En este selecto grupo se encontraban José Ortega y Gasset, Manuel Núñez Arenas, Fernando de los Ríos, Constancio Bernaldo de Quirós, Mariano García Cortés, Rafael Urbano, Luis Bello, Tomás Elorrieta, etc… hasta un total de diecinueve miembros. En aquellas reuniones se acordó realizar un detallado estudio sobre el Partido Socialista Obrero Español a través de un amplio cuestionario que, redactado principalmente por Tomás Elorrieta, se ocupaba desde la relación del PSOE con los problemas económicos y sociales, hasta su composición y organización interna.

Este intento de crear una Sociedad Fabiana fracasó al poco tiempo, debido a las disensiones entre las dos tendencias del grupo. Unos, encabezados por Ortega y De los Ríos, pretendía dedicarse al estudio, la investigación y el análisis de la cuestión social; otros, tras Núñez Arenas, además de estudiar, deseaban lanzarse desde el primer momento a la lucha política. Los primeros terminarían fundando la Liga de Educación Política, y los segundos la Escuela Nueva, que se integró en el PSOE.

En el convulso mundo actual, marcado por el ascenso de la ultraderecha y de las llamadas “democracias iliberales” –da la impresión que volvemos a los años veinte y treinta del siglo pasado-, se hace imperioso el debate de las ideas. Un debate en el que los intelectuales de izquierdas no pueden estar ausentes. Por ello, la Sociedad Fabiana Española pretende aunar las inquietudes de las dos corrientes en que se dividió la primitiva Sociedad Fabiana del Ateneo matritense y ser, simultáneamente, polo de reflexión teórica, think-tank del socialismo democrático, centro de opinión y debate, y escuela de educación política. Para realizar su trabajo la asociación promoverá la investigación, los seminarios, debates, conferencias, publicaciones y la pedagogía social por cualquier medio que permita la moderna tecnología.

La Sociedad Fabiana ha comenzado ya sus tareas creando dos grupos de trabajo: El primero, sobre un tema de rabiosa actualidad en el panorama político español, “La organización Territorial del Estado”, en el que analizaremos los modelos de Estado unitario, federal y confederal tratando de ofrecer propuestas sobre el modelo más apropiado para la realidad española. El segundo, también sobre un asunto de interés creciente, “La calidad de la democracia”, en el que se incluyen, entre otros puntos, la desafección ciudadana y el ascenso de los populismos. Por otra parte, este mismo trimestre comenzará un ciclo de conferencias en relación con las materias sobre las que hemos iniciado nuestros trabajos.

Para terminar, deseamos en este momento inicial de nuestra andadura ofrecer nuestra colaboración a todas las organizaciones, entidades, sindicatos y partidos políticos que hacen suyas las ideas de igualdad, solidaridad, progreso y justicia social.